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Mariela Mociulsky
Especialista en Investigación de Mercado y Análisis de Tendencias
Desde 2007 es CEO fundadora de Trendsity
Es Presidenta de SAIMO (Sociedad Argentina de Investigadores de Marketing y Opinión)

Los viajes de negocios están tomando una nueva forma. Datos de 2021 revelaron que el 39% de los viajeros de negocios frecuentes antes de la pandemia dijeron que nunca volverán a la carretera. Los viajes de negocios tal como los conocimos puede que no vuelvan por ahora, pero sin duda está apareciendo una nueva categoría de viajeros que combinan negocios y placer de manera mucho más sistemática. Estos viajes combinados (conocidos como “bleisure” o “workcations”) están en plena alza.

Las viejas formas de trabajar se están resignificando. Muchos ejecutivos ya no ven el valor de los viajes de negocios pero por otro lado, ha habido un aumento en la proporción de trabajadores que tienen una nueva capacidad para trabajar en horarios o días flexibles y remotos. Y muchos de ellos están dispuestos a viajar teniendo este escenario. 

Esta flexibilidad profesional se ha traducido en nuevos comportamientos al viajar. Si bien este tipo de viaje ya existía previo a la pandemia, lo nuevo es la extensión: un trabajador puede tomarse dos semanas de vacaciones en lugar de una, y traer las herramientas y la tecnología necesarias para trabajar remoto desde el destino o bien decidir no regresar a casa entre dos viajes de trabajo. Como éstas, se abren múltiples opciones. 

¿Hay nuevas oportunidades para las marcas y los negocios relacionados a la movilidad, viaje, hospitalidad para satisfacer necesidades de estos nuevos viajeros? Vemos surgir nuevos esquemas de estadía en los propios hoteles que permiten combinar trabajo con ocio, con más infraestructura tecnológica y mobiliario o espacios de reuniones u opciones que se adecúan brindando más amenities hogareñas en las habitaciones para estas nuevas “transiciones” entre ocio y trabajo. Lo mismo puede verse con sistemas de co –living y co-working que se van diversificando, ofreciendo programas y estadías a medida de estos nuevos viajeros mixtos. Las ciudades, de hecho, están poniendo foco en visas que permiten una permanencia por cierto tiempo a estos viajeros, con programas de descuento en hoteles, Airbnb y otros servicios que pueden ser de interés para un nuevo tipo de viajero que ha llegado para quedarse. Sin duda, el margen para la innovación es muy grande.


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