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Por Rodolfo Rey Blanco

Cuando la Ley 13.868 dispuso la prohibición del “uso de bolsas de polietileno y todo otro material plástico convencional, utilizadas y entregadas por supermercados, autoservicios, almacenes y comercios en general para transporte de productos o mercaderías”, eso generó una nueva oportunidad para la industria.

Consciente de la oportunidad de negocio y de la urgencia de priorizar productos más sustentables, Roberto Sabolcki, CEO de D&G, decidió sumarse a la tendencia y desarrollar bolsas ecológicas reutilizables que reemplazan a aquellas de un solo uso, dañinas para el medio ambiente.

 

En 2017, Sabolcki y su equipo de trabajo crearon New Bag, que tenía cuatro líneas de producción y tres de impresión. Además, contaba con una capacidad de producción de dos millones de bolsas mensuales, que podían tener hasta 50 usos.

“Si bien en el comienzo solo le proveíamos a supermercados, nuestro objetivo también era acompañar al cambio de paradigma de marcas de ropa y empresas que usaban el plástico”, recuerda Sabolcki. Y agrega: “La ventaja de las bolsas no es solamente su reutilización sino que se trata de un producto en sí mismo que, en muchos casos, forma parte de la imagen de la marca”.

Es por eso que las bolsas no se entregan únicamente en supermercados y almacenes sino también en ferias y congresos, como parte de la estrategia de marketing de las marcas. Además, las utilizan los laboratorios, que las ven como un producto más amigable al que quieren relacionarse.

“Existe un fenómeno a nivel mundial que tiene que ver con la ecología y la sustentabilidad -explica Iñigo Recalde, responsable comercial de New Bag-. Es decir que este tema deja de ser una moda para convertirse en una realidad”.

En cuanto a la composición, el experto resalta que las bolsas plásticas más económicas son las que están prohibidas pero que también se podría decir que no son muy adecuadas las que usa el retail de calzado, moda y los laboratorios. Por eso, New Bag fabrica bolsas que están en el medio de ambos ejemplos y que pueden usar todos. “Uno de los ejes que nos habíamos propuesto es que las empresas usarán las bolsas, ya sea por convicción o porque se los exige la ley”, remarca.

Desde que se lanzó al mercado, New Bag tuvo un desempeño exitoso y hoy tiene presencia en shoppings, bancos, supermercados, casas de turismo, empresas de venta online, negocios de indumentaria, laboratorios, zapaterías, vinotecas, etc.

Según comenta Recalde, los primeros cuatro o cinco diseños fueron icónicos en la Argentina. “Hicimos el desarrollo de bolsas para dos o tres marcas líderes del segmento de moda y, luego de ver los resultados, la competencia quiso hacer lo mismo”, subraya.

Para desarrollar los productos, New Bag posee un equipo de Ventas capacitado para asistir en el diseño que cada marca desee pero también recibe diseños ya armados y lo adaptan a las bolsas.

Además del éxito de los últimos cuatro años a nivel local, New Bag también supo posicionarse en el exterior mediante la exportación a países como México, Uruguay, Paraguay, Chile y Brasil. En la actualidad, la marca tiene una producción de casi cuatro millones de bolsas, con bolsas chicas de 15×15 y más grandes de 80×60.

Con una impronta sustentable, la fábrica de New Bag no genera desperdicios, desde el punto de vista de la utilización de materia prima. La línea de producción tiene un 99% de eficiencia y las bolsas están compuestas por el material y la tinta. Los sobrantes de tinta se reciclan en una máquina y la tela es reutilizable.

 


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