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Mariale Álvarez: “Una empresa líder como Coca-Cola tiene que jugársela con decisiones que pueden no parecer razonables desde el marketing”

El efecto de la pandemia sobre el abordaje de la sustentabilidad en las grandes empresas será, sin dudas, un caso de estudio en el corto o mediano plazo. Pero en el presente ya es tema de debate. Con la idea de compartir experiencias y exponer los desafíos que se presentan, los organizadores del Capítulo 5 de Sustentabilidad, el encuentro que organiza cada año el diario La Nación,  invitaron a los responsables de estas áreas de Coca-Cola Argentina, Unilever, Dow y  Cervecería y Maltería Quilmes a participar del panel  “Innovación, cadena de valor, inclusión y diversidad”, que inauguró el segmento “Hacia un mundo más consciente” del evento.

Al inicio de su exposición, Mariale Álvarez, Directora de Asuntos Públicos, Comunicaciones y Sustentabilidad de Coca-Cola Argentina y Uruguay, aclaró que si bien la pandemia alteró los planes inmediatos de la Compañía, no considera que tendrá un impacto profundo en un futuro más lejano. “Algunas cosas cambiaron, pero otras no tanto. Coca-Cola tiene 135 años de historia y está acostumbrada a pensar para la próxima década o hasta el próximo siglo. En ese sentido, los temas de sustentabilidad se alinean muy fácilmente con los del negocio y tienen que ver con qué lo hace viable y qué hace viable a la sociedad”, describió. Y añadió: “El desafío está en el corto plazo, y claramente la pandemia y la situación de Latinoamérica en general, y de Argentina en particular, nos hizo atender la coyuntura y replanificar. Pero también nos ayudó a reconfirmar que los ejes que habíamos elegido a largo plazo en materia de sustentabilidad siguen teniendo sentido”.

El análisis de Mariale fue coincidente con los de sus colegas Vanesa Vázquez, Gerente de Crecimiento Inclusivo de Cervecería y Maltería Quilmes; Mariana Reñe, Gerente de Sustentabilidad y Comunicación Interna de Unilever; y el de Matías Campodónico, Director de Asuntos de Gobierno y Corporativos de Dow para América Latina. “La pandemia replantea la relación del ser humano con el mundo natural y con el medio ambiente y confirma esta mirada de largo plazo”, respaldó Matías, quien agregó: “También prueba que cuando la humanidad trabaja de manera conjunta y con un sentido de urgencia podemos adaptar nuestras operaciones rápidamente para atender estas necesidades”.

En este sentido, Mariale hizo mención a uno de los golpes de timón que dio la Compañía el año pasado y que involucró a una punta de su extensa cadena de valor: los pequeños comercios de barrio, que se habían visto muy golpeados por las medidas de restricción que impuso la pandemia. Para colaborar con ellos, Coca-Cola decidió crear el programa Estemos abiertos, con el que durante 2020 brindó asistencia económica, comercial y sanitaria a 25.000 kioscos y pequeños almacenes argentinos.

Un Mundo sin Residuos

En cuanto al cuidado del ambiente, Mariale resaltó que “la gestión y la atención de los residuos posconsumo tiene que ver con todos los materiales, no solamente con el plástico”, e hizo especial mención a la necesidad de un trabajo colaborativo y precompetitivo con el resto de la industria, los gobiernos, y las organizaciones de la sociedad civil para ver qué hacer con aquellos materiales que se pueden recuperar.

Mariale contó que desde Coca-Cola decidieron impulsar la compra de las botellas retornables, para que sean las elegidas por los consumidores. “Pero no siempre lo son, porque implica planificar la compra con antelación, por ejemplo. Y lo peor que nos puede pasar es poner en el mercado un envase retornable que no vuelva, porque entonces no cumple con su rol de ser beneficioso para el ambiente”, explicó sobre este tipo de empaque, que hoy representa el 35% de las ventas de la Compañía en el país.

“Creo que el rol de las empresas líderes como Coca-Cola es el de jugársela y tomar decisiones que a veces no parecen las más razonables desde la economía del corto plazo, pero aportan a la sustentabilidad en el largo plazo”, continuó la ejecutiva. Y mencionó el reciente cambio de color de las botellas de Sprite, que dejaron de ser verdes. “Desde el punto de vista del marketing no era la mejor decisión, porque nuestros consumidores prefieren la botella verde. Pero en el mercado del reciclaje, el plástico de color se paga menos, así que al volverlo transparente le dimos más valor a ese envase posconsumo”, destacó.

Por último, Mariale abrió una puerta al futuro y bregó por seguir apostando a la innovación. “Estoy convencida de que la solución a los grandes problemas ambientales va a venir por un salto tecnológico. Mientras tanto, tenemos que hacer lo que podamos para mejorar los procesos”, señaló. Y pronosticó: “La ciencia está avanzando muchísimo y va a haber innovaciones en materiales;  tal vez en un futuro ni siquiera necesitemos envases para los alimentos y las bebidas”.

Si querés conocer más sobre el trabajo de Coca-Cola para cuidar el ambiente podés hacer click acá


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