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Los fabricantes de marcas y los retailers buscan constantemente formas de destacarse. Un concepto que respalda este objetivo es el “shop-in-shop”: literalmente, una tienda dentro de otra.

“En este modelo, una marca crea su propio espacio reconocible y de mayor escala dentro de una tienda existente para presentar su gama de manera más visible y atractiva.”

¿Por qué las marcas y los retailers eligen este modelo? ¿Qué lo hace tan atractivo? ¿Y qué factores determinan su éxito?

En este artículo, explicamos exactamente qué es un “shop-in-shop”, qué ventajas ofrece tanto al fabricante de la marca como al anfitrión, y qué se debe considerar para que funcione.

Nuestro concepto de shop-in-shop para Tarkett se destaca por su diseño modular. Al reconocer que no existen dos espacios comerciales idénticos, el sistema ofrece una adaptabilidad máxima: diversos módulos pueden configurarse fácilmente para adaptarse a la tipología de cada ubicación. @Pilotes PLV

¿Qué es un “shop-in-shop”?

Un “shop-in-shop” significa que una tienda departamental, un hipermercado o un retailer especializado asigna parte de su espacio comercial a una marca. La marca amuebla completamente esa área de acuerdo con su propia identidad y estilo. Esto resulta en una mini tienda independiente que refleja la imagen de la marca, dentro de un espacio comercial más grande

Por ejemplo, una marca de cosméticos podría tener su propia isla de exhibición en tiendas de belleza, o una marca de moda podría establecer un rincón de marca dentro de una tienda departamental. Como resultado, la marca se beneficia del tráfico existente, mientras que el retailer anfitrión puede ampliar su gama sin un riesgo o inversión importantes.

Presentaciones distintivas de las distintas líneas de productos generan una dinámica agradable. También ayudan a los clientes a comprender mejor las opciones y tomar decisiones más enfocadas. @Pilotes PLV

¿Por qué es tan atractivo el concepto de “shop-in-shop”?

El modelo “shop-in-shop” crea una clara situación en la que todos ganan. Para el anfitrión, brinda una experiencia de compra más atractiva, una oferta más diversa y una mayor relevancia para el cliente. Al mismo tiempo, las marcas disfrutan de una mayor visibilidad y nuevas oportunidades de ventas en ubicaciones privilegiadas, sin los altos costos de operar su propia red de retailers.

Beneficios para el retailer anfitrión

Para las tiendas que albergan una marca, las ventajas incluyen:

  • Diversificación de la oferta: Alojar múltiples marcas hace que la gama de productos sea más atractiva, variada y dinámica, sin la necesidad de gestionar cada detalle internamente.

  • Maximización del espacio comercial: Alquilar parte de la tienda genera ingresos adicionales mientras se hace un mejor uso del espacio disponible.

  • Mayor atractivo: Las marcas fuertes y reconocibles atraen a nuevos visitantes, lo que a menudo conduce a mayores ventas en toda la tienda.

  • Mejora del posicionamiento: Colaborar con marcas innovadoras o conocidas mejora la imagen de la tienda y la posiciona como vanguardista.

  • Ahorro de costos: El anfitrión generalmente no necesita invertir en el mobiliario o el personal del área de la marca; esto suele ser gestionado por la propia marca.

Beneficios para la marca

Para los fabricantes, una estrategia “shop-in-shop” también ofrece ventajas sólidas:

  • Visibilidad y alcance inmediatos: Las marcas se benefician del tráfico existente en la tienda anfitriona, reduciendo la necesidad de marketing y adquisición costosos.

  • Presencia rentable: Especialmente para las marcas sin sus propias tiendas, esta es una forma de bajo riesgo de ingresar a ubicaciones de alto tráfico sin el riesgo financiero de abrir tiendas independientes.

  • Oportunidad de prueba: Se pueden probar nuevos productos, colecciones o conceptos en un entorno controlado, ofreciendo valiosos comentarios del mundo real.

  • Interacción directa con el cliente: Las marcas pueden utilizar su propio personal o embajadores para interactuar directamente con los compradores, explicar productos y mejorar la experiencia general, algo más difícil de hacer en línea o a través de formatos de autoservicio.

Para el lanzamiento de la nueva línea de lencería de lujo de Sarda, diseñamos este set modular de diez exhibidores. Gracias a su flexibilidad, la experiencia shop-in-shop se adapta fácilmente a cualquier espacio. @Pilotes PLV

¿Cómo crear un “shop-in-shop” exitoso?

Establecer un “shop-in-shop” exitoso requiere una planificación cuidadosa. Aquí están los elementos esenciales:

1. Elegir el anfitrión adecuado

Encuentre una tienda cuya imagen y público objetivo se alineen con su marca. Los objetivos compartidos, las expectativas claras y los acuerdos sólidos son esenciales para una colaboración exitosa, ya que ambas partes se vuelven mutuamente dependientes.

2. Elegir una ubicación estratégica dentro de la tienda

Su espacio debe ser visible, de fácil acceso e, idealmente, ubicado cerca de productos complementarios.

3. Diseñar con la marca en mente

La apariencia debe reflejar su identidad. La madera agrega calidez y atractivo natural, mientras que el metal y el vidrio brindan un ambiente elegante y moderno. Los detalles de acabado mejoran la experiencia visual.

Cada vez más, los clientes esperan materiales sostenibles y un diseño ecológico.

4. Invertir en acabados de calidad

Los materiales de alta gama y las texturas bien pensadas dejan una impresión duradera y elevan la experiencia de la marca.

Al igual que cualquier otra tienda, un espacio shop-in-shop necesita captar y mantener la atención del shopper. Materiales POP originales y exhibidores creativos —como este ejemplo con la línea de sillines de Shimano— cumplen un rol clave para lograrlo. @Pilotes PLV

Para más información y ejemplos visuales, puedes visitar el artículo original en Display.be.


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