La gigante francesa de consumo masivo trabaja junto a pequeños productores en todo el país para ampliar su red y potenciar el ecosistema.
El desarrollo de emprendedores y productores regionales se convirtió en un eje central de muchas multinacionales, que buscan potenciar las economías locales y todo el ecosistema. Diego Buranello, Director de Asuntos Corporativos de Danone Cono Sur, dialogó con Punto Trade sobre cuáles son las principales iniciativas que la compañía lleva adelante y enumeró los desafíos para el ida y vuelta entre una gigante del consumo y una pequeña empresa.
¿En qué segmentos trabajan con emprendedores? ¿Cómo es el vínculo con estas empresas en el punto de venta?
En Danone estamos comprometidos con la salud de las personas, el cuidado del planeta y al mismo tiempo con el crecimiento del país. Por eso, entre otras políticas e iniciativas que llevamos adelante, impulsamos y acompañamos a pequeños productores de diferentes puntos de Argentina. Con el Gobierno de Chaco firmamos en 2016 el primer acuerdo para el desarrollo de pomelo con el fin último de incorporar esta fruta en nuestras aguas saborizadas; y en 2020 sumamos también al convenio la producción de frutilla para nuestro portafolio de yogures.
Próximamente, tendremos la cosecha de las frutillas y esperamos pronto poder estar presentes en la góndola con esos productos que hacemos posible en conjunto.
¿Cuáles son los desafíos de trabajar con emprendedores siendo un gigante del consumo masivo? ¿Qué desafíos encuentran también los emprendedores?
Si bien se presentan desafíos que tienen que ver con los volúmenes y la anticipación, este tipo de convenios nos permiten poner en valor el trabajo en conjunto en donde cada uno cumple un rol clave para el desarrollo de empleo y el acceso a nuevos mercados y oportunidades; no solo para los productores sino también para nosotros como compañía.
Generalmente son proyectos a largo plazo y durante todo el camino es fundamental mantener el compromiso y el acompañamiento. En el caso de la frutilla, por ejemplo, nos comprometimos a comprar 26 toneladas de frutilla lo que representa el 15% del volumen que utilizamos para los yogures.
¿Cuáles son las ventajas de esta relación?
Estos programas fortalecen el vínculo para impulsar el trabajo rural y local de manera inclusiva, con el objetivo de incorporar a las cooperativas de pequeños productores a nuestra cadena de valor y asegurar la elaboración y consumo de fruta en línea con nuestro propósito (brindar salud a través de los alimentos a la mayor cantidad de personas posible cuidando el planeta) y compromiso con el desarrollo de nuestro país.
Además, estar cerca de los productores nos permite entender mejor sus necesidades para poder acompañarlos mejor y al mismo tiempo, adquirir aprendizajes para otros proyectos.
¿En qué provincias tienen redes más desarrolladas? ¿Hay algún caso en particular que nos puedan mencionar?
Hoy tenemos una red muy fuerte en el litoral, pero en Chaco particularmente a raíz del trabajo en conjunto, se benefician en forma directa 20 productores asociados a la cooperativa de Colonia Benítez, localidad ubicada a unos 10 kilómetros de la capital provincial chaqueña.
La primera prueba se hizo en el campo del productor Luis Piza en una pequeña superficie con 2000 plantas donde se producen frutillas. Hoy se extiende a otras localidades como Puerto Tirol, Makallé, Laguna Blanca, Margarita Belén, Presidencia de la Plaza y también en la zona de General San Martín, Tres Isletas, Castelli, Coronel Du Graty donde se está ajustando la logística ya que se encuentran a mayor distancia de destino. También tenemos una red muy amplia de tamberos con quienes trabajamos en las provincias de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires.
¿Cómo trabajan para fomentar el desarrollo de pequeños productores y emprendedores en todo el país?
Hoy nuestro foco principal está en Chaco. Sin embargo, tenemos otros proyectos activos como por ejemplo el programa de reciclaje inclusivo que trabajamos junto a la Fundación Avina hace más de 10 años que permite empoderar el ecosistema de reciclaje, profesionalizarlo y reconocer el rol de las cooperativas de recuperadores urbanos, que a la vez ayudan a mejorar los indicadores sociales y ambientales, y aumentar la cantidad de plástico reciclado (RPET) en la fabricación de nuestros envases. Esta iniciativa alcanza a recuperadores de Mendoza, Santa Fe, Chubut, Córdoba, Buenos Aires y Río Negro.
¡Muchas gracias Diego!