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La pandemia de COVID19 produjo un efecto stockeo de productos en los consumidores finales. Frente a esta situación, el canal seleccionado fueron los mayoristas. Este empuje que produjo la cuarentena es un proceso que Mayorista Makro viene transitando desde hace tiempo y que actualmente sigue desarrollando con nuevas inversiones y una estrategia de comunicación permanente con todos sus clientes “Los clientes que nos visitan a diario tienen necesidades distintas, frecuencias y usos de los productos de su preferencia, de acuerdo al modelo de negocio o a la composición de la familia”, dice Pedro Balestrini; CEO de la compañía en Argentina.

Del universo de jugadores que conforman el canal mayorista, Makro siempre contó entre sus clientes con familias numerosas que históricamente se abastecían tanto de productos perecederos como no perecederos.

Pero en los últimos años se intensificó este modelo y se ampliaron las inversiones para mejorar la experiencia de compra de todos los clientes. Nos propusimos ser un mayorista inclusivo donde cada segmento de nuestros clientes pueda realizar su compra al mejor precio y con la mejor calidad”, dice Balestrini.

Así, el plan de inversiones que está llevando adelante el mayorista incluye un mayor surtido de productos perecederos, nuevas categorías en las marcas propias Aro y M&K, nueva señalización en las góndolas, nuevos sectores como el de carnicería personalizado o la panadería, nuevas categorías de productos no perecederos. La experiencia de la tienda Benavidez, donde inauguramos un sector denominado Mundo Asado con todo lo necesario para la comida familiar de los domingos nos mostró que nuestros clientes valoran esta propuesta de valor”, dice Balestrini.


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