Ocho de cada diez acusa faltantes moderados o severos por parte de sus proveedores. Esperan caída de ventas del 25% respecto a abril.
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El escenario productivo y comercial se encuentra prácticamente paralizado a partir de la cuarentena, lo que además demuestra que las soluciones como el home office o el e-commerce están lejos de reemplazar los procesos presenciales.
En recientes declaraciones, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, enfatizó que “abril fue probablemente el peor mes en la historia en la industria argentina”.
La profundidad de la parálisis quedó plasmada en un trabajo de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAS) que reveló que sólo siete de cada 100 empresas se encuentran plenamente operativas. Si bien el informe no lo explicita, cabe suponer que las activas están vinculadas al sector alimenticio y farmacéutico.
Otro dato que marca la debacle: las firmas calculas que las ventas en mayo con relación abril por facturación sufrirán una caída de 25%, a lo que debe sumarse una inflación del orden del 50%, lo que deja a la ecuación operativa prácticamente en rojo.
Con esta escenografía es lógico que los procesos productivos se vean resentidos y de acuerdo al trabajo de la CAC, la mitad de la empresas sufre faltante de abastecimiento por parte de sus proveedores, el 32% acusó “faltantes severos” y apenas el 19% lo consideró adecuado.
La encuesta fue realizada entre el 4 y el 8 de mayo con participantes de todo el país. Participaron firmas de diversos tamaños: hasta 9 empleados (77%); entre 10 y 49 empleados (16%); entre 50 y 200 empleados (4,8%); y empresas con más de 200 empleados (2,2%), de rubros tales como comercio minorista, comercio mayorista y gastronomía, entre otros.
Sobre las expectativas a futuro, CAC dividió las respuestas en tres conjuntos:
* Un primer grupo consideró que la recesión económica impactará severamente en muchas empresas (en particular las pequeñas y medianas), quienes se verán forzadas a cerrar sus puertas o enfrentarán grandes pérdidas (37,4%).
* Quienes se limitaron a expresar una gran incertidumbre sobre cómo será la realidad de las empresas tras el impacto del aislamiento (10,7%).
* Quienes afirmaron que el futuro del sector privado estará signado por cambios en su forma de funcionar (51,9%), dentro de los que destacan:
– Profundización de los procesos de reconversión digital, uso extendido del ecommerce, nuevos canales de atención y medios de pago (47,5%).
– Reconversión de los procesos y protocolos al interior de la empresa y a lo largo de su cadena de valor (31,3%).
– Cambios en el manejo y relación con el personal, mayores despidos, implementación del teletrabajo (21,2%).